Los aisladores sísmicos de base para edificios antisísmicos son una alternativa a los sistemas tradicionales para un mejor control de la deformación lateral y daño sísmico en estructuras civiles, otorgando así un mayor nivel de seguridad a los componentes estructurales, no estructurales contenidos y a la operatividad de las mismas.
Especialmente en estructuras catalogadas como indispensables (colegios, hospitales, estaciones de policía y bomberos…) estos sistemas brindan la mejor opción ante la necesidad de aumentar los niveles de seguridad y operatividad postsismo.
Estos aisladores sísmicos son usados para desacoplar una estructura (edificación/puente) de los movimientos del suelo durante un terremoto, limitando así la entrada de energía de vibración impuesta a la estructura por el mismo. Además tienen la capacidad de recentrar la estructura a su punto inicial después de un terremoto.